Sí, tú, ya que todo lo piensas
y de todo dices que intentas.
Tú, ya que todo lo sientes
y a todo el que se acerca mientes.
Como pájaro herido caminas,
pero fíjate cómo a los hombres miras,
con esa supuesta ala rota,
llegas a sus vidas y declaras victoria.
Pobre espíritu descompuesto
que lejos de una vida honesta está,