Here comes the sun

Escritos de nosotras. (Lu y S.Fuchs), Sin categoría

Mensaje de esperanza para mi desespero;

«déjalo ser» nos dice la madre de Paul a través de un sueño,

¡ojalá yo pudiera soñar como este genio!

pero me conformo con escuchar sus melodías,

Casida de las palomas oscuras

Sin categoría

Por las ramas del laurel 
vi dos palomas oscuras. 
La una era el sol, 
la otra la luna. 
«Vecinita», les dije, 
«¿dónde está mi sepultura?» 
«En mi cola», dijo el sol. 
«En mi garganta», dijo la luna. 
Y yo que estaba caminando 
con la tierra por la cintura 
vi dos águilas de nieve 
y una muchacha desnuda. 
La una era la otra 
y la muchacha era ninguna. 
«Aguilitas», les dije, 
«¿dónde está mi sepultura?» 
«En mi cola», dijo el sol. 
«En mi garganta», dijo la luna. 
Por las ramas del laurel 
vi dos palomas desnudas. 
La una era la otra 
y las dos eran ninguna

Lee este mensaje, por favor

Sin categoría, Vida.

Frente en alto y corazón valiente

¡Gloria al bravo pueblo grita toda mi gente!

Manos arriba que la esperanza acaba de renacer

Se abren nuevos caminos; no tenemos tiempo que perder.

Inmortalidad

Poesía, Sin categoría

No, no fue tan efímera la historia
de nuestro amor: entre los folios tersos
del libro virginal de tu memoria,
como pétalo azul está la gloria
doliente, noble y casta de mis versos.

No puedes olvidarme: te condeno
a un recuerdo tenaz. Mi amor ha sido
lo más alto en tu vida, lo más bueno;
y sólo entre los légamos y el cieno
surge el pálido loto del olvido.

Oculto en mi pecho

Escritos de nosotras. (Lu y S.Fuchs), Sin categoría

A quien pueda interesar:

No pretendo que esto sea una carta de amor o una prosa con sentido y estructura, así que solo diré que te detesto.

Detesto ese amargo sabor en mis labios cada vez que pronuncio tu nombre, ese terrible latido que explota mi corazón cada vez que te veo, que te siento cerca o que patéticamente te confundo y pienso haber visto tu silueta pasar.

Ayer me di cuenta de que no puedo jugar contigo, porque ¿a quién voy a engañar? sería tu juego no el mío. Por eso poco a poco voy entendiendo que no puedo seguir tu ritmo sin quedarme atascada y no puedo lanzar un fósforo sin luego apagar su llama