Dos palabras.

Poesía

Esta noche al oído me has dicho dos palabras
Comunes. Dos palabras cansadas
De ser dichas. Palabras
Que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
Filtrando entre las ramas
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
Moverme para echarla.

Sin decir adiós.

Escritos de nosotras. (Lu y S.Fuchs)

A veces el tiempo pasa y la vida nos golpea,

en medio de la risa y el gozo,

te encuentra observando un atardecer o una tormenta.

A veces no podemos decir adiós y vivimos tratando de recordar la última caricia;

la última conversación,

así que nos vemos atrapados en la culpa;

en aquellas veces en las que el orgullo no te dejó pedir perdón.

Cuando lejos, muy lejos

Poesía

«Cuando lejos, muy lejos, en hondos mares, en lo mucho que sufro pienses a solas, si exhalas un suspiro por mis pesares, mándame ese suspiro sobre las olas.

Cuando el sol con sus rayos desde el oriente rasgue las blondas gasas de las neblinas, si una oración murmuras por el ausente, deja que me la traigan las golondrinas.

Comer, rezar y amar

Vida.

Él: Déjalo ir

Ella: Pero lo amo

Él: Pues ámalo

Ella: Pero lo extraño

Él: Pues extráñalo. Cada vez que pienses en él, mándale Amor y Luz.
Después deja ir el pensamiento.
Tienes miedo de dejarlo ir porque después estarás sola. Pero esto es lo que tienes que entender, si despejaras todo ese espacio que ocupas en tu mente por obsesionarte con el, tendrías una puerta y…. ¿Sabes qué haría el universo al verla?
Colarse. 

Balada del loco amor

Poesía

I

No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.

No, amor no llegas tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.

El poeta.

Poesía

En sueños oyó el acento de una palabra divina;
en sueños se le ha mostrado la cruda ley diamantina,
sin odio ni amor, y el frío
soplo del olvido sabe sobre un arenal de hastío.

Bajo las palmeras del oasis el agua buena
miró brotar de la arena;
y se abrevó entre las dulces gacelas, y entre los fieros
animales carniceros…